Y lo demostró en cada papel, con Ferreri, con Berlanga, con Forqué, con Armiñán, con Colomo, con Fernán Gómez, con Mercero, con Trueba, con Cuerda, con Segura, con Almodóvar.
La Testiga se marchó ayer, pero nadie como ella para ponerle letra a las trompetas del juicio final.
Buen viaje, abuela.
Sin ti, el cine español es hoy un poco menos español y un poco menos cine.
Sí, se fue una gran testiga de la vida... y con su ausencia, mi cabeza se llenó de momentos cinematográficos donde ella estaba presente. Fue la reina de la frase desconcertante...
ResponderEliminarBeso
Hildy