La primera vez que llegué a Simbow, fue en una diligencia. Algo muy
parecido a esto.
En fin...."
En fin...."
Así comienza el relato de James Stewart sobre su aventura vital en El hombre que mató a Liberty Valance. Estos días, el último gran western de Ford asoma por todas partes: en la foto que encabeza las citas cinéfilas de hace un par de post, en varias cadenas de televisión, en las charlas tardías de verano.
La película, interpretada por Wayne y Stewart demasiado mayores, es una de las favoritas de medio mundo. Se mantiene en el pequeño Olimpo de cine irrepetible, con la ruda galantería de Wayne hacia la joven por la que está construyendo un rancho, con el magnetismo del hombre instruido para esa joven mesera enamorada de su pequeño jardín, con el sadismo de Marvin, con los filetes del sheriff, el valor del periodismo, la jornada electoral (el bar está cerrado), la lección política, la inevitable renuncia del pionero (tan mítica como la de Rick), la melancolía prendida en una flor de cactus...
Marvin Gaye le puso de título a uno de sus éxitos en la Motown una frase original de la película: "Wherever I Lay My Hat (That´s my home)". Y Paul Young hizó una versión aún más célebre de ese mismo tema en el 83. Pero ambas palidecen ante "Aquel incendio" de Migala.
Ahí va, para todos los fordianos que en el mundo somos. Y para los que no.
"Sí, es muy joven, usted sólo conoce la ciudad desde que la cruzó el tren. Era muy diferente entonces, muy diferente, señor Scott, muy diferente...."
Entre los fetiches de esa peli están la famosa frase: "Print the legend..."
ResponderEliminarEs una maravilla vital que los fordianos ensalzaremos siempre. Este pequeño gran monumento, de texto bello y bien labrado, contribuye a su justo mito y glorificación. He dicho.
No conocía este temazo, pero me encanta la letra
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