Cuando prácticamente todo el menú cinematográfico navideño esté servido, Aki Kaurismäki estrenará la última de las suyas: El Havre. Esta vez, Aki ha puesto su originalísima mirada en una de las más tristes realidades de esta Europa nuestra, que se llena la boca con declaraciones en apoyo de los países desfavorecidos mientras manda a su policía a rastrear, confinar y expulsar a los que vienen desde allí intentando salir adelante.
El Havre cuenta la historia de Marcel Marx, un anciano escritor dedicado a limpiar botas, beber vino y querer a su lacónica esposa, hasta que un buen día conoce a un niño de Gabón que ha entrado ilegalmente en el país y huye de la policía para reunirse en Londres con su madre. Mientras la mujer de Marcel se encuentra ingresada por una enfermedad terminal, éste da cobijo al muchacho para que no sea deportado y pueda alcanzar su destino.
Apenas poco más: unos parroquianos en el bar, unos cuantos comerciantes de barrio, una vieja gloria del rock francés, un policía anticuado y un soplón.
Con esos ingredientes, Kaurismäki cocina una de esas austeras pero sabrosas sopas finlandesas marca de la casa, de las que te ponen taciturno pero te confortan. Y lo hace sin sermones cinematográficos, a través de su humor frío pero descacharrante (¿cómo se consigue eso? pregúntenle a Aki), acertando en el enfoque, con moderado optimismo y mucha humanidad. La que demasiadas veces falta en los países “avanzados” con las personas que representa este chico de Gabón. A lo mejor por eso la película se estrena el 28 de Diciembre: es el día de los inocentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario