Una idea loca y un personaje interesante es toda la premisa de este documental de Sebastián Alfie que se ha paseado por prestigiosos festivales de Europa y América y ha cosechado premios en Málaga y Documenta Madrid.
Se trata de una historia sencilla contada con ritmo, sensibilidad y humor en la que un director free lance (el propio Alfie), tiene que hacer un cortometraje para una Fundación que combate la ceguera en Bolivia. Al buscar cámaras adecuadas descubre a Gabor, un antiguo director de fotografía que se ha quedado ciego y vive de alquilar equipos. Le enrola en el rodaje para que ejerza su antiguo oficio y juntos descubren unas cuantas cosas importantes sobre la experiencia, el talento y la honestidad narrativa, sobre lo que está a la vista y lo que no.
Como escribió Saint-Exupery, lo esencial es invisible a los ojos. La paradoja es que a nosotros esta idea se nos muestra en una pantalla que el director de fotografía no puede ver. Porque Gabor no está entre los que recupera la vista en la película. Pero sueña nuevos planos, eso es al final lo que para él cuenta.
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