George Clooney produce, escribe, actúa, dirige... y hace bastante tiempo que todo le sale bien. Por eso es más llamativo que esta película de interesante premisa y claves tan confortables como las que ofrece el cine bélico (variante 2ª Guerra Mundial), le haya salido tan edulcorada, tan falta de garra en lo dramático y en lo cómico. Sobre todo, teniendo a Bill Murray y a John Goodman en el reparto.
Si es cierto que sus referentes eran La gran evasión y Los cañones de Navarone, no ha podido aterrizar más lejos. El reclutamiento, la instrucción, las primeras dificultades, las búsquedas, los hallazgos y las bajas carecen de la necesaria intensidad o trascendencia. Solo el cariño hacia los actores, pero en ningún momento hacia sus personajes, te hace temer por su final en la película. Y a pesar de algunos insertos en off, las situaciones que debieron resultar conmovedoras distan bastante de serlo.
En definitiva, la película padece una corrección de poco vuelo que nada tiene que hacer ante su verdadera antecesora en esta temática, la impresionante El tren de John Frankenheimer. Se diría que a Clooney le ha preocupado tanto hacerles a los "Monuments men" un homenaje, que se ha olvidado de hacerles una película.
Que se habrá tomado el cloney para firmar esta porqueria. Inexplicable
ResponderEliminarbastante birriosa, sí
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