domingo, 30 de agosto de 2020

Cuatro blufs de verano

Haciendo balance hay que ser francos: entre lo que se ha estrenado y lo que fuimos rescatando para sobrellevar este agosto descacharrado, acabas dándote cuenta de que ha sido más interesante y novedoso el modo de ver las películas que lo que éstas nos contaban.

Y eso que la primera tenía pìntaza, que finalmente se quedó en pintilla. Luego, todo fue cuesta abajo hasta estrellarnos en los mutantes. 

Por partes: las dos primeras películas a comentar las vimos montando cine de verano en la amplísima terraza de los vecinos de toda la vida, con despliegue de precauciones sanitarias. 

A saber: Dos bandos diferenciados y separación anticontagio. Comida no compartida o bandejeada con mascarilla para coger sólo una porción, sin rebusque, incluyendo mascarilla puesta de quien se sirve, evitando siquiera rozar lo que queda para los demás. Sillas propias traídas de casa. Hidrogel al llegar y al marcharse, para que cualquier contacto no previsto fuese a manos limpias... Vaya, lo que vamos a llamar autoprotección, que es lo que tocó desde el principio, pero que ahora ya resulta inevitable. Si no me creéis, poneos unas  ruedas de prensa televisadas y veréis lo organizadito y previsto que lo tienen las autoridades. 

Aunque es menos descorazonador usar la tele, a ser posible de gran pantalla, para colocarla entre ambos grupos de espectadores estivales como si fueran las dos mitades de un patio de butacas a cielo abierto y nocturno. Y poner películas, sean cuáles sean.

YESTERDAY

Un planteamiento ingenioso y bobo, que da para casi dos horas de sana diversión. Superficial, bien hecha, con amenidad y ritmo, buen reparto, cameos majos... En fin, dirige Danny Boyle. Algunos personajes remiten a otros mejores de películas más antiguas (el escudero del prota parece el compañero de piso de Hugh Grant en Notting Hill, con la que ésta comparte guionista), no importa pues agradan, vuelven a funcionar. 

La película esgrime una baza absolutamente ganadora, prueba de lo bien fundada que está la devoción que el protagonista muestra por la música objeto del film: la de los Beatles. Es el nervio que lo sostiene todo, que lo hace subir, vibrar, por lo que lo pasas bien aunque la película, ya digo, sea boba en el fondo. Lástima que no trabajasen más en la línea de una secuencia absolutamente genial, en la que el chico trata de interpretar al piano para sus padres Imagine.

Y éste fue nuestro techo cinematográfico del verano, ojo.



MAMMA MÍA 2

Entusiasmados por la opción "música imperecedera" a modo de aliño y para celebrar que no hubo apenas mosquitos en la sesión anterior, los vecinos y nosotros nos enchufamos esta castaña. En fin... Siendo muy benébolos: melaza hasta hartarte, coreografías pésimas y los descartes de la primera en lo que se refiere a temas de ABBA

Cher cantando Fernando, mientras teme rodar por la escalera que le ponen a descender, es algo inenarrable ("¿de quién demonios ha sido la idea? ¡despídanle!"). Harán otra, en la que ya no saldrán ni Meryl, ni los pretendientes carracas, ni seguramente Cher. Puede que Andy García se preste a repetir, lleva una rachita...



PADRE NO HAY MÁS QUE UNO. LA PRIMERA Y LA DE LA SUEGRA.

Finalmente, se presentó la ocasión de ir a un cine de verano real, con medidas higiénicas a mansalva, espectacular separación entre asientos, entrada y salida gradual, hidrogel, mascarillas... y riesgo ínfino siendo menos de cincuenta en una plaza de toros. 

Ponían la última de Santiago Segura, que dimos por buena. No lo era. Ya la primera fue un producto simplemente pasable, que ganaba visto en tele y después de conocer las críticas feroces. El clásico "pues tampoco está tan mal". Pero la 2, con Loles León de suegra al acecho, es muy poquita cosa. Ni siquiera cuenta con personajes nuevos, salvo Loles, que tarda mucho en aparecer y para un mínimo lucimiento (aunque atesora el mejor chiste de la película). Parece rodada a lo Ed Wood: "¡primera toma buena, a positivar!".

Lo más notable (a la par que inquietante) es que asistíamos al milagro del verano, la única película española con vocación de taquilla que se ha atrevido a salir, para alegría de los cines que han sobrevivido gracias a ella. Y ha hecho taquilla. Fuimos hasta nosotros... 
Francamente, si hubieran puesto esa noche una de Paco Martínez Soria contra Hulk, hubiésemos ido.



LOS NUEVOS MUTANTES

Cuando se entra en una espiral de autodegradación hay que ir hasta el final. Hablamos del cuarto as del ocio pandémico restringido, ese experimento con gaseosa y licencia marvelita. Hablamos de Los nuevos mutantes. 

Truñaco. Eso sí, qué peasso trailer han hecho los hideputas.




martes, 11 de agosto de 2020

Recuperando estrenos recientes 1

EL VICIO DEL PODER.

Ésta es una película de denuncia que sigue celosamente el manual, en la que los equipos republicanos (pero sólo ellos) toman por asalto y votos fóbicos de toda especie la presidencia estadounidense de vez en cuando, para sembrar el terror internacional, consumir riqueza planetaria a destajo o ponerla en manos codiciosas de la cuerda… intoxicar la vida en general.

La novedad es poner el relato en pie con un reparto perfecto y jugar al sarcasmo, la broma bizarra, la comicidad de lo más correoso. En realidad, consigue el tono en unos cuantos momentos, pero menos de los buscados. El mejor chiste, de hecho, sucede al final, después de los créditos principales de cierre.

Dick Chenney, Donald Rumsfeld (recomiendo el documental The Unknown Known), y George Bush Jr, representan lo peor de la marca USA pre-Trump, gracias al hermetismo inquietante del primero, la zorruna maldad del siguiente y la estupidez auto-satisfecha del último. Sólo les aventaja en villano político de cine el inevitable Nixon, para el que dos de ellos trabajaron, como cuenta en su arranque esta película.

Es decir, que el director juega con ventaja. De todos modos, he visto mejores resultados en películas sobre el poder menos ambiciosas. Lo que no he visto nunca es una película española sobre “el poder” que siquiera intente acercarse mínimamente a ésta. Y mira que "el Ivancito" de ahora mismo lo pone a huevo.

 

sábado, 8 de agosto de 2020

Parecidos razonables

 De la que te libraste, Gary