miércoles, 26 de junio de 2024
Malas jugadas
martes, 25 de junio de 2024
El viejo amigo Donald Sutherland
Han pasado un par de días desde que murió Donald, pero resulta difícil hacerle una entrada a un actor de su calibre. ¿A quién no le caía bien Donald?
Donald Sutherland era un canadiense cuya sonrisa podía competir con la de Nicholson, contemporáneo suyo con sólo dos años menos. Jack se retiró mucho antes, el viejo Donald actuó en cambio hasta el último día, convirtiéndose en ese amigo fiel que sigues viendo de vez en cuando, le admiras su pelazo y lo pasas bien con él dure ese rato lo que dure.
Cuando el cine en la pequeña pantalla no iba por streaming, era imposible caer en una con Donald y no seguirla hasta el final. A Donald le bastaban unos pocos minutos para seducir: dando un repaso político en JFK, como padre acomodaticio y entrañable de Orgullo y prejuicio o abogado mentor sin licencia en Tiempo de matar... Eso cuando empezó a tirar de papeles secundarios en grandes producciones.
Antes había hecho de todo y todo lo hizo bien: Gente Corriente, Novecento, Casanova, Los violentos de Kelly, M.A.S.H., Camino a la guerra, Amenaza en la sombra, La invasión de los ultracuerpos, Klute, El gran robo del tren, Ha llegado el águila, Doce del patíbulo, Space Cowboys... La lista da la vuelta a Canadá, pasando por Hollywood, Gran Bretaña y Australia.
Era la versión canadiense de un Michael Caine, con quien -por cierto- trabajaría en más de una. ¿Con quién no trabajó Donald?. Caine se retira con la que estrenará este verano. Donald tiene otra pendiente de estreno. Los grandes golfos del último medio siglo, capaces de actuar convincentemente sin esfuerzo visible, nos dicen adiós.
Se echan de menos como los viejos amigos.
miércoles, 19 de junio de 2024
Anouk Aimée
jueves, 13 de junio de 2024
Godzilla minus one
Los japoneses tienen su bichaco
desde los años 50 y nadie mejor que ellos para sacarlo del mar en plan
destrozón y radiactivo. Os remito a la Wikipedia si
queréis hartaros de datos, curiosidades, antecedentes y cronologías del rey
del kaijū. Allí le cuentan hasta los
empastes.
Adictos a la espectacularidad
catastrófica, los gringos también lo han utilizado para algún blockbuster y
hasta de invitado a su monsterverse, con el amiguito Kong como compañero de
mamporros y ruge-ruge. Gastándose por cierto cien veces más pasta para no
superar al original.
Los japoneses, entretanto,
demuestran en ésta sobradamente a quién pertenece de verdad el saurio mutante,
cuidando con primor las escenas de lucha y con más primor aún a los personajes
humanos implicados en la aventura que pone la costa nipona y Tokio a un tris de
la destrucción.
Aquí no sólo hay una cola
rompe-edificios, unos pisotones de media manzana y aliento de fuego azul para
quemar hasta el horizonte. Además hay hombres y mujeres que se manejan ante la
adversidad con sus razones y miedos, mezquindades y remordimientos, emociones y
arrojo. De paso, el guion se permite algún tirito a la forma de ser japonesa,
en lo social y en lo político, con las secuelas de guerra en primer término,
los terribles trabajos bien pagados, el papel del gobierno y el de los
ciudadanos de a pie..., todo muy bien traído.
El prota humano (Riunosuke
Kamiki) es un poco llorón, vale, pero ¡como para no serlo!
Esto no es Disney,
amigos, ni Marvel, ni Warner, ni cosa que se le
parezca. Aunque los paisanos del monstruo también saben encajar el final feliz
y la posdata inquietante. En fin, que aunque Hollywood no meta más la zarpa,
tenemos Godzi para rato.
miércoles, 12 de junio de 2024
Ex maridos
Ex maridos junta de nuevo a dos intérpretes que brillaron hace décadas, Griffin Dunne y Rossana Arquette, y compartieron reparto en la deliciosa Jo, que noche (After hours) de Martin Scorsese. Casi casi, podrían ser los mismos personajes si hubiesen decidido casarse, aunque la del viejo Marty era mucho más divertida, aquí prima la tristeza. Rossana tiene tan poco papel como entonces, incluso menos, el peso lo llevan Griffin y los que interpretan a su hijos desarbolados (excelentes James Norton y Miles Heizer).
Más dinámica, divertida y veraz en su primera mitad, pero agradable en su suave amargura de principio a fin (remonta en el desenlace), Ex maridos llama la atención, ya digo, por lo poco que hace el cine estadounidense de un tiempo a esta parte películas sin mamporros, ni bodas chorras con repartos corales (esas comedias llenas de estrellas avejentadas arropando a pareja con problemas artificiales muy del primer mundo).
Ésta en cambio luce problemas del primer mundo, pero más veraces. Es como un título indie de aquellos (años 90), con destacados en el reparto que dan para levantar el proyecto, pero no garantizan el tirón comercial de lo que salga.
Ex estrellas fugaces, Ex vida real, Ex taquilla.
viernes, 7 de junio de 2024
lunes, 3 de junio de 2024
Furiosa
Una abrumadora sucesión de escenas nihilistas que funcionan bien por separado se desmoronan como todo narrativo en la última de Miller. La atrocidad rabiosa del desierto, sazonada de gasolina, cuero, pigmentación decorativa y mugre, solo es magnética en píldoras. Cuando se empeñan en que el asunto dure 150 minutos y el asunto cabe en apenas cinco, intentan salvarlo dando explicaciones. Es peor.
La chiquillería pasa de motivos, coartadas y remordimientos. Los adultos ya no estamos para majaderías. ¿Realmente importa que encaje la crianza de Furiosa (muy bien su rapto) con el enganche a la película anterior protagonizada por Charlize? ¿Es verosímil que un personaje como el de Chris Hemsworth viva tanto en un escenario en el que la vida no vale nada, encabezando una banda de moteros tan embrutecidos como idiotas? Sí él persevera hasta hacerse viejo ¿porqué no lo hacen las madres del "lugar verde"? ¿Resumen las necesidades humanas de supervivencia las tareítas de las tres ciudades del desierto -gasolina, armas y leche-? ¿De dónde salen las lechugas y repollos que llevan en el camión (¿es para hacer trueque con ellos? ¿trasladan las hortalizas en el depósito donde se esconde el enano, un poco para nada)? ¿Qué utilidad tiene engancharse por los pezones a un rehén encadenado, más allá de la mutilación de quien lo hace? ¿Para que sale tanto el camión de paseo? ¿Para qué perseguirlo? Estás y otras mil preguntas al hilo de las absurdeces, super-elipsis y crueldades del guión se responden con cuatro palabras: a nadie le importa.
Lo más inteligente de la película es que Mad Max sólo aparezca desde muy lejos, en una atalaya a coche parado, mirándoles pasar. Sigue la fiesta de la muerte, pero ya no tienen ni puta gracia.