Previsibilidad abrumadora hasta en la clientela de estas cosucas, que tarde o temprano va a pasar por taquilla o va a clicar.
Antes, a estos artefactos los salvaba la comicidad de la amiga de la chica, del amigo del chico, del vecino de hotel en Bali, del suegro sorprendente, de alguien que tuviese gracia en el puñetero paraíso.
Ya ni eso. Por cierto, George, Julia, vamos teniendo una edad... Los clichés también envejecen.
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