miércoles, 15 de mayo de 2024

Viaje al paraíso (o al cliché)

Previsibilidad abrumadora hasta en la clientela de estas cosucas, que tarde o temprano va a pasar por taquilla o va a clicar. 

Antes, a estos artefactos los salvaba la comicidad de la amiga de la chica, del amigo del chico, del vecino de hotel en Bali, del suegro sorprendente, de alguien que tuviese gracia en el puñetero paraíso. 

Ya ni eso. Por cierto, George, Julia, vamos teniendo una edad... Los clichés también envejecen. 

martes, 14 de mayo de 2024

El Especialista

David Leitch, director de Bullet train, acaba de estrenar otra. Le ha salido mejor que aquella, porque en este guion el humor funciona bastante bien y para el casting tiene a una pareja protagonista con química y pegada, Ryan Gosling y Emily Blunt. Hasta la trama, sencilla pero aseadita, da juego y recorrido suficientes.

Por desgracia, en lo demás sucede como en la anterior con Brad Pitt: la feliz idea tiene que convivir con paletadas y paletadas y paletadas de dólares. Cada persecución tiene que apurarse hasta el siniestro total, de helicóptero, coche, grúa, lancha o pick up; cada pelea destrozar el piso de lujo incluyendo el vestidor, el bar y el armario de la fregona; cada situación extrema volver mierda cuanto vehículo, escaparate y farola encuentre en su camino (y que el camino sea largo, mejor destruir media ciudad que un par de calles). 

En fin, que la cosa se ahoga en excesos innecesarios, aunque remonta una y otra vez gracias a la pareja protagonista y a algunos escuderos afortunados (el jefe de especialistas, la aspirante a productora, el perro francés). Había una divertida comedia romántica de acción y cine dentro del cine ahí, se intuye bajo los fajos de billetes, asoma en varios momentos encantadores y divertidos.

Algún día, la mega-inversión en chatarra gigante no será recuperable ni atrayente, por cara y por reiterativa. Afinar en el guion sale más barato, tíos. Aunque a la película que se ruede luego haya que ponerle menos especialistas. 

La casa Usher se derrumba definitivamente

Roger Corman acaba de morir. Dirigió de todo, westerns para coger práctica, aquella gamberrada deliciosa titulada La pequeña tienda de los horrores, comedia de terror barata y de culto en la que Jack Nicholson casi debutaba. También rodó el clásico de ciencia ficción El hombre con rayos X en los ojos y unos cuantos pasotes de serie B como Mamá sangrienta, para fracasar comercialmente en títulos notables de serie A, como El barón rojo.

Pero, sobre todo, acometió las adaptaciones canónicas de la obra de Edgar Allan Poe: La caída de la casa Usher, El pozo y el péndulo, Cuentos de terror, La máscara de la muerte roja, La tumba de Ligeia...  Y de paso impulsó en sus inicios a cineastas como Scorsese, Coppola, Bogdanovich, Howard o Cameron y actores como el citado Nicholson, Bruce Dern, Robert De Niro, Dennis Hopper o Peter Fonda. Además de estrenar en Estados Unidos cine europeo de Bergman, Fellini o Schlondorff

"El Rey de la serie B" era experto en hacer y producir cine rentable, saltarse censuras y abrir géneros apegados a realidades sociales nuevas (¡esos motoristas que vuelven a la pantalla de cuando en cuando!). Pero también tenía fama de buen tipo, basta ver cuántos le metieron de actor en sus repartos: Coppola en El padrino II, Demme en El silencio de los corderos y Filadelfia, Howard en Apolo 13... 

Hasta tuvo el honor de que incluyesen algún título suyo en la Biblioteca del Congreso y se llevó un Oscar honorífico a toda una vida llenando autocines y programas dobles con cine desprejuiciado, barato y ameno. Ha muerto con 98. El año pasado aún se asomó por Cannes a saludar.  

Corman hacía sin complejos esa clase de películas que entonces se llamaban placeres culpables y que ahora acaparan los presupuestos más abultados de la industria. Paradojas de Hollywood, esa casa Usher que siempre parece a punto de hundirse.

Buen viaje, Roger.

martes, 7 de mayo de 2024

Nuestra Victoria

He visto pocas series documentales más apasionantes, logradas y necesarias que La Transición, de Elías Andrés y la recientemente fallecida Victoria Prego. una de esas periodistas que dignificaron su oficio y lo hicieron todo con una profesionalidad, hondura y honradez demoledoras. 

Ella no era cineasta, pero tampoco le hizo falta.

Se admiten apuestas sobre la reposición de esta maravilla en TVE. Creo que ya hay mamoneo partidista a costa del tema, así que es una apuesta fácil de ganar. Por eso esta entrada está en dos secciones. Adiós, Victoria.

viernes, 19 de abril de 2024

Varda por Laborda

Circulando por librerías está este pequeño y delicioso ensayo literario sobre la figura de la cineasta francesa. Se titula MUJERES QUE CONDUCEN, el cine de Agnès Varda.

La pequeña directora, figura femenina clave de la nouvelle vague, es analizada con meticulosidad, estilo y reverencia por Juan Laborda Barceló, un autor cinéfago donde los haya. 

La cineasta gala más significativa de la segunda mitad del siglo XX apenas cuenta con bibliografía analítica en España. Y este libro constituye una excelente brújula para rastrear la obra de Varda y hacerse una lista de sus mejores piezas, que son relativamente fáciles de encontrar y ver, si se sabe  cuáles son las imprescindibles.

Además del placer de leer a Laborda, un observador penetrante que nos descubre los rincones del plano. Un libro, en definitiva, para aficionados de avezada curiosidad. Aprovechadlo.

miércoles, 17 de abril de 2024

Jaime de Armiñán

Si Jaime de Armiñán hubiese llegado a tener una segunda esposa -mucho más joven- y una primera -de su quinta- rencorosilla a la norteamericana manera, pareciendo pongamos por caso un Woody Allen de Madrid, es muy probable que le hubieran dado un disgusto con turba dispuesta a su desuelle. Demasiadas películas sobre amores heterodoxos, y todas tan bien hechas, tan convincentes, tan de verdad: Mi querida señorita (el hombre que se creía mujer, ante la criada adorable), Nunca es tarde (un joven José Luis Gómez y su vecina setentona), El nido (ese viejo Alteiro y esa jovencísima Torrent), Al otro lado del túnel (Fernando Rey y Maribel Verdú en su esplendidez de los veintitantos)… En fin, y le gustaban los toros o, al menos, entendía a los toreros. Un tipo curioso, que además se apuntaba a proyectos de José María Forqué, Luis Lucía, Chicho Ibáñez Serrador o Forges. Capaz de convertir a los generales en niños gamberros de escuela y a un profesor ilustre en esclavo. De hacer cosas para estrellas de la canción. Amigo de grandes de todo pelaje, opinión y trayectoria, gente de la talla de Rabal, Fernán Gómez, la Velasco, Pilar Miró, Lina Morgan. A salvo de cancelaciones y linchamientos como por milagro, porque el talento ya no basta para escapar a la picota.

En fin, a eso se le llama heterodoxia de la buena. Falleció hace poco más de una semana, a los 97. Se retiró a los 80. Estamos esperando el ciclo en TVE (jojo juju).  

lunes, 15 de abril de 2024

Pájaros


Una pequeña gran película en la que dos hombres casi opuestos, pero hermanados por la cochambrosa deriva de sus cuitas vitales, atraviesan Europa en una huida hacia delante la mar de cinematográfica. Y además encarnan al dúo Luis Zahera y Javier Gutiérrez, que sin duda están entre los más potentes actores que tenemos en el panorama español actual.

La película va a pasar por los cines como un pájaro emigrando. Pero merece verse en pantalla grande: está brillantemente interpretada, su guion trata al espectador con respeto y la fotografía y localizaciones son espléndidas. Todo construye firmemente una buena historia de nomadeo, humor, lirismo, drama y redención.

No hacen falta prismáticos para verlo. Éste es un título de los que dignifica a una cinematografía cuya deriva también peca de cochambrosa demasiado a menudo.